domingo, 11 de enero de 2009

Deterioro ético y técnico de la profesión legal: Una invitación al debate.

Una preocupación fundamental motiva este blog: El acelerado deterioro del conocimiento que sobre el derecho tiene la población y, especialmente, los abogados. Ese desconocimiento no pasaría de ser un mero dato anecdótico de no ser por los efectos que tiene sobre el sistema democrático y sobre la administración de justicia. El primero se ha visto reducido a poco más que un mero método matemático de elección política y la administración de justicia es un barco que hace agua por todos lados.

Mientras tanto la población comienza, en casi todo el tercer mundo, a reclamar nuevamente la "mano dura" de las dictaduras, descontentas con los resultados de la democracia; en casos extremos toma la justicia en propia mano ante la evidente y dolorsa indiferencia de los organismos judiciales y ante la pérdida de majestad de la ley.

En el fondo de este problema se encuentra, entre otras cosas, un evidente deterioro moral y técnico de la profesión legal.

El deterioro moral proviene de una serie de factores culturales negativos, fortalecidos por intereses políticos muy específicos; por un lado la masificación descontrolada de las facultades de derecho en las cuales, a veces con aulas de 200 o más alumnos, nos encontramos con jóvenes que eligieron la profesión a falta de mejor oportunidad o para escapar de la matemática y por lo tanto tiene por meta, única y final, la obtención del título -en la ya depravada idea de hacer dinero rápido y a cualquier precio-. La pobre preparación, y peor actitud, de los alumnos complementan este cuadro desmoralizante del material con el cual estamos formando a los próximos juristas. Por otro lado encontramos a los maestros y autoridades facultativas, los cuales ansiosos de ocupar los míseros espacios de poder facultativo han abandonado las "impopulares" tradiciones de calidad y exigencia académica... ¿poner a leer a los estudiantes y exigirles entender lo que leen? impensable, pues se puede reflejar en la próxima elección o en la evaluación docente -esto sin entrar a ciertos bajos intereses económicos o sensuales de algunos maestros y maestras-.

Por el lado técnico el tema es aún más grave, se han abandonado progresivamente los cursos de filosofía, investigación, lógica y teoría del derecho -o se les ha arrinconado al último curso del viernes cuando nadie quiere saber nada-. El resultado es evidente: poca investigación y publicación nacional -y alguna de ella de evidente mala calidad o flagrante plagio-. Cada día somos más maquiladores de leyes que juristas, poseemos poca capacidad crítica y aún menos capacidad creativa.

Los estudiantes de pregrado -y aún los de postgrado- son incapaces, o rechazan de plano la elaboración de resenciones, ensayos, tesinas y, por supuesto, tesis. ¿Cómo puede entonces incrementarse su conocimiento y reflexión ante la ausencia de todo método? La prueba y error reinan entre nosotros. Y ni siquiera entramos a considerar la pobrísima cultura general del gremio, afrenta directa a la herencia que hemos recibido de grandes filósofos, músicos, literatos y periodistas que, no era raro en su tiempo, también eran abogados.

Entonces no debe sorprender que de cada 10 abogados más de la mitad no tengan una opinión clara, concreta, argumentada y fundamentada para la pregunta ¿Qué es el derecho? o la más personal ¿Cuál es mi posición con relación al derecho?

Esbozado lo anterior este blog tiene por finalidad abordar los problemas científicos, filosóficos, éticos y prácticos del derecho, la profesión legal y el Estado de Derecho en la esperanza de poder contribuír a la formación de una sociedad de ciudadanos críticos, libres y permanentemente atentos a los intereses de la patria, es decir una sociedad de individuos cultos con una alta conciencia de los negocios públicos que hacen de la Constitución Formal una Constitución Viva. Solo se requiere que la persona interesada -tanto en publicar como en comentar- sigan un método muy sencillo: describir claramente el problema u opinión -sus elementos, causas, efectos y relaciones-; enunciar la propuesta para abordar el problema y, finalmente, señalar algunos puntos que necesitan más debate o investigación.

Por consiguiente amigos, alejándonos de los acartonados y anacrónicos conceptos aprendidos en las aulas, me atrevo a preguntar: Hoy ¿qué es el Derecho? y ¿Cuáles son sus elementos esenciales? Espero tener pequeños ensayos para responder esas preguntas esenciales, también espero recibir sugerencias sobre otras preguntas esenciales a ser exploradas.

Mario Mancilla